Fin de temporada 2011: ¡Los imprescindibles!

Hay cosas sin las cuales no se puede organizar un Gran Premio, una carrera DTM, unas 24 Horas o la más modesta de las pruebas, porque son absolutamente necesarias. Y un ejemplo de ello son estos humildes artefactos a los que nadie presta atención pero que siempre que los necesitamos están ahí, ya que sin ellos las carreras serían mucho más difíciles.

Porque los usamos todos: los campeones como Fernando Alonso o Sebastian Vettel, las delicadas chicas como Jessica Michibata, las pit babes, las falsas novias de Hamilton, los todopoderosos como Bernie Ecclestone o Jean Todt, los famosos, los pululantes, los “snobs”, los pocos que trabajan y los muchos que miran, todos, absolutamente todos los necesitamos, los usamos y se nos han hecho imprescindibles. En homenaje a ellos aquí os muestro algunos de los que me he encontrado yendo por el mundo:

El más sofisticado, con pantallas de televisión para no perder ripio de cuanto acontece en pista y seguir las evoluciones de los pilotos aún en el embarazoso momento de estar con la p*lla fuera:

¡Y en esta ocasión había esta foto fija que me hizo plantearme el ir a protestar! Ciertamente en ese momento la temporada de Miguel no estaba siendo precisamente brillante, pero tanto como mandarlo al WC me pareció excesivo. Luego los monitores ya funcionaron y la foto del coche de Miguel desapareció. Menos mal.

Audi cuida mucho el detalle, y aquí tenéis donde estaban ubicados los mingitorios de Munich: cerca del lago pero en un aparte, para que nadie se sintiera incómodo. Y con mucho espacio vacío detrás, supongo que par ir acumulando toda la m… ejem, dejémoslo.

Claro que el que me levantó más dudas fue el modelo que encontré en Holanda, tanto dentro del circuito, en Zandvoort, como fuera de él porque  hay muchos, diseminados por parques y jardines. Un artilugio absolutamente machista, pensado sólo para hombres y de una desfachatez y ordinariez incalificable:

Este en concreto lo encontré cuando bajé a fotografiar un puente levadizo en uno de los muchos canales que hay en el vecino pueblo de Haarlem. Viendo la cercanía del canal, no quiero ni pensar en para qué debe servir la argolla de la parte superior. ¿Es que no hay ecologistas en Holanda?

Aunque los chinos me parecieron manifiestamente marranos (eructan, escupen y se tiran pedos sin el menor rubor) había muchos de ellos dedicados al servicio de la limpieza, dando la sensación de que tener limpio el país es una obsesión. Probablemente es más fácil emplear a unos miles en la limpieza que intentar modificar las sucias costumbres de muchos millones, pero sus “portátiles” tenían esta buena pinta que veis aquí:

Grandes y majestuosos, con letreros bien visibles para que no hubiera dudas y no como este, más modesto y humilde, escondido detrás de un puesto de comisarios y acompañado por el cubo de la basura para que las cámaras no lo encuadraran al pasar los coches por allí:

Y por último, el mejor de todos, porque cuando uno es como es, hay que serlo siempre, mantenerse fiel a sus principios y convicciones y así no me sorprendió encontrarme con este que define a todo un país, porque ellos son conservadores, victorianos, decimonónicos, retrógrados y anticuados hasta para ir a cagar:

¡¡¡Los ingleses!!!

Que paseis un buen día de los Inocentes.