Un año de blog

Ahora hace un año más o menos que empecé este blog, coincidiendo con el GP de Mónaco y la famosa polémica Schumacher – Alonso y el artículo 40.13. Y lo empecé con más miedo que ilusión, porque no las tenía todas sobre lo que podía pasar. Ahora, pasado un año, el miedo a lo desconocido se ha demostrado infundado, y la ilusión por continuarlo permanece intacta.

Al constatar que ya llevo un año explicando cosas y meditando en voz alta, y que esto os gusta mucho más de lo que me hubiera podido imaginar, creo que es un buen momento para hacer un pequeño balance de lo que ha sido este primer año de “blogger”.

Lo que más me ha sorprendido a lo largo de estos doce meses, e incluso diré que me sigue sorprendiendo casi cada día, es esta excelente herramienta de contacto con los lectores que significan los comentarios. A lo largo de muchos años, he escrito, publicado y sobre todo hablado a través de muchos medios de comunicación, pero el único contacto con los receptores de mis crónicas y locuciones era el boca a boca circunstancial, y alguna que otra carta al Director (normalmente, criticando).

Carlos Castellá en el Ring, una de las muchas aventuras relatadas en el blog.

Sin embargo ahora escribo una cosa, y a los pocos minutos empiezo a tener las opiniones de quienes me leéis, y además de ser muy generosos con vuestros elogios, en multitud de ocasiones se establecen diálogos tremendamente interesantes. Yo expongo un punto de vista, y en pocas horas dispongo de un variado ramillete de alternativas, con las que podemos estar o no de acuerdo, pero que son muy enriquecedoras. Nunca pude imaginar que esto iba a ser lo mejor de hacer un blog.

Otra cosa que me ha sorprendido es el tipo de escritura que se puede hacer en un espacio como este. Al principio me costó un poco hacer cosas en primera persona, pero poco a poco me fuisteis demostrando que mis aventuras eran lo suficientemente amenas como para traerlas aquí, aunque fueran nimiedades.

Esto de publicar textos en plan autobiográfico no lo había hecho nunca, y además de ser muy divertido, también es muy útil porque a veces recuerdo cosas, pero tengo que contrastarlas, o buscar una foto, y ello me obliga a desempolvar viejas revistas y archivos, que dan pie a nuevas entradas o ideas. Una de las cosas que me daba miedo al principio era no tener suficiente material para hacer un par de entradas por semana. Ahora miro la lista de temas pendientes ¡y resulta interminable!

El Escándalo 2007 fue una serie de mucho éxito.

Baste deciros que las “historias de la NASCAR” fue escrita para rellenar el invierno de un blog ajeno que las rechazó, así que me lo quedé para el mío como recurso por si iba apurado de temas… ¡y un año después aún no he terminado la serie que escribí entonces! Claro que eso depende de cómo se utilicen las entradas. Ni que decir tiene que “El escándalo 2007” fue una serie escrita para ser publicada toda seguida, mientras la NASCAR lo fue para ser dosificada.

Y ya que hablamos del 2007, no cabe duda de que aquella serie ha sido sino lo mejor que he escrito aquí, si lo que ha tenido más repercusión. Aquellos días de enero y febrero llegaron a ser francamente agobiantes, pues a cada entrada se sucedían comentarios apasionantes, interesantísimos y el debate fue tremendamente enriquecedor, pero confieso que también me produjo angustia. El tema cogió una dimensión mucho mayor de lo que yo podía imaginar, y dados los protagonistas y lo rápido que todo se extiende por la red, llegué a temer que la cosa escapara a mi control. Afortunadamente no fue así.

Tengo mucho cariño a todas las entradas. Algunas porque han sido experiencias propias, otras porque me he encontrado con que han tenido un éxito inesperado, otras por lo contrario y otras  por la sencilla razón de que de no ser en un sitio como este, sería imposible publicarlas. Artículos como “Vanina y Larissa” sobre las hermanas Ickx, el dedicado a Pedro Rodríguez, que me valió recibir apasionados mensajes desde México, o las agendas de mis viajes y experiencias en el DTM, no tendrían cabida en un medio de comunicación “normal”.

Experiencias en el DTM: vestido de piloto ABT y con un Audi de Red Bull. Qué se ha creído el Miguel Molina este…

Así que pasado el primer año, no me queda sino constatar que como se dice en casos como este, “el éxito sorprendió a la misma empresa”, pero sobre todo el éxito lo debo a todos los que me leéis, hagáis comentarios o no. No puedo hacer una lista de agradecimientos, porque tendría que poneros a todos, y como el marcador ha superado a día de hoy las 200.000 visitas, pues la lista sería interminable.

Pero sí tengo que mencionar al “culpable” de que me decidiera a empezar esto: Odón Martí, mi “gurú” experto en redes sociales, cuyo link tenéis un poco más arriba. De no ser por su insistencia yo no habría empezado, y sin su ayuda no habría hecho nada de todo esto. Así que a él, a mis amigos “nerdos” que fueron los primeros que divulgaron mi llegada al mundo del blog, y a todos los que me estáis acompañando en esta experiencia, os envío mi más sincero agradecimiento por vuestra compañía, por vuestros comentarios, y sobre todo por seguir estando aquí.