09 – Hotel Conrad-Hilton, Estambul

El 23 de Agosto la Fórmula 1 en su conjunto está ya en Estambul, para el Gran Premio turco. El equipo McLaren se hospeda en el hotel Conrad-Hilton, y en una de sus salones Ron Dennis tiene sendas reuniones con sus dos pilotos, aunque por separado.

El propósito de dichas charlas es calmar los ánimos, reconducir la situación, firmar sino la paz, si al menos una tregua. Garantiza a ambos igualdad de condiciones hasta el final de temporada (y probablemente sea verdad, ya que tenía claro que ninguno de los dos sería campeón), y al día siguiente, cuando explica todo esto a los periodistas, afirma que los problemas con sus pilotos no son tan graves, y que han estado magnificados por la prensa, porque ya se sabe, la culpa siempre es del mensajero.

Sin embargo, Dennis estuvo reunido ese jueves día 23 desde las 14h. hasta las 20.30h. Seis horas y media dan para mucho, y no es difícil suponer que las conversaciones no fueron tan amigables como él quiso dar a entender. La bronca con Hamilton debió ser sonada, probablemente con el apoyo de Norbert Haug, quien estuvo en algún momento en dichas reuniones, y donde debieron leerle la cartilla a Lewis a base de bien, dejándole claro quien mandaba allí, y lo que iba a pasar como se tomara la libertad de volver a soltar impertinencias contra sus jefes por la radio o de desobedecerles.

Dennis tenía que asegurarse que la próxima vez que le dieran una orden, el piloto obedecería sin rechistar, porque un día u otro tendrían que acabar dándole instrucciones incomprensibles, y no podía ser de ninguna manera que el piloto las cuestionara. Había demasiado en juego.

La conversación con Alonso probablemente fue mucho más sosegada. La rotura entre ambos ya era total, así que no valía la pena intentar reconducir situación alguna. En todo caso hablaron de los términos de la ruptura del contrato a final de año, olvidando los dos más que había firmados. Ninguna de las dos partes quería seguir, así que cuanto antes se pusieran de acuerdo en ese punto, mucho mejor. Quizás incluso hablaron de cómo acabar la temporada en paz y tranquilidad, ya que Alonso hizo después varias declaraciones tranquilizadoras, huyendo de cualquier polémica.

El asturiano tenía un plan: ganar el mundial 2007, irse a Renault en 2008 como año de transición, y desembarcar en Ferrari en 2009. Ya tenía a su amigo Briatore preparándole el puesto, y aunque Renault quería dos años y lo de Ferrari no parecía tan claro si Todt seguía merodeando por allí, la posible marcha del francés a final de temporada podría allanar el camino. Y si no era en 2009 sería en 2010, que en Renault tampoco se estaba tan mal y no le hacía ascos a volver, a pesar de que el equipo había perdido por completo la competitividad.

El domingo los Ferrari hicieron doblete, Hamilton reventó un neumático y acabó quinto y Alonso llegó al tercer escalón del podium. La general se comprimió y quedó muy emocionante. Todo salió bien, y todo parecía tranquilo hasta el siguiente GP, en Italia. Sin embargo…

Sin embargo Max Mosley no pudo estarse quieto, y el último día del mes de agosto mandó una carta a los pilotos de McLaren en la que les decía que si tenían alguna información relevante sobre el asunto del espionaje, era su obligación comunicárselo. Además les aseguraba inmunidad si el contenido de dicha información les perjudicaba. Otra vez se abre la caja de los truenos, y ante esta demanda, Ron Dennis les pide a sus pilotos que no contesten, o que digan que no tienen nada. Al parecer eso contestó Lewis, obedeciendo las ordenes del jefe, pero Alonso primero y Pedro de la Rosa después, cumplen la demanda y envían sus mails. Probablemente fue una decisión difícil para los dos, pero como dijo el propio Alonso, si el Presidente de la FIA hace una petición, a un federado no le queda más opción que cumplirla.

Con dichos documentos comprometedores en su poder, por fin Max Mosley puede colocarse su disfraz de Vengador Justiciero y mostrarse en público como el gran protector y salvador de la Fórmula 1, su obsesión en los últimos años. El y sólo él es el garante del futuro del Mundial, y sin él estamos todos perdidos. Por fin ha encontrado la pistola humeante que le faltaba, hasta este momento fue siempre a remolque en este asunto, ahora iba a ser el protagonista.

En el paddock de Monza se hace público el nuevo giro que da la situación. La posición de Dennis es desesperada, ya que es ahora cuando se descubre que los correos entre Stepney y Coughlan empezaron en febrero, que tras los test de Bahrein en marzo McLaren tuvo mucha información de Ferrari, y que todo lo que llegaba era utilizado para hacer pruebas y comparaciones en el simulador. Lo que Dennis había negado durante meses, era ahora una verdad absoluta.

A demanda de la Federación Italiana, la FIA había convocado al Comité de Apelación para revisar la sentencia del Consejo en la que se exculpaba a McLaren. Dicho Comité, compuesto por cinco letrados independientes, fue desconvocado de inmediato, y para el mismo día (13 de Septiembre) se convocó de nuevo al Consejo Mundial para revisar la situación a la vista de los nuevos datos.

El domingo Alonso da una lección magistral, y no sólo bate a Hamilton, sino que éste supera a Raikkonen a pocas vueltas del final. Con Massa ya fuera de carrera y de la lucha por el título, parece que Ferrari no podrá ganar el campeonato por muchos pactos que haya, lo cual aún le da más fuerza a Mosley para cargar contra Dennis, ya que sabe que está ante su gran oportunidad.

Para colmo, la policía italiana se había personado el viernes en el hospitality de McLaren para entregar una serie de citas judiciales. El escándalo era tal que incluso se rumoreó que McLaren podría no participar en el siguiente gran premio de Bélgica del día 16 según como fueran las cosas, porque ahora si que Dennis estaba pillado, con el agravante además de haber mentido una y otra vez sobre su inocencia.

Como dijo Ecclestone, “Dennis nos quiso hacer creer que era virgen, cuando su embarazo era de ocho meses”.