El gran Gatsby

Supongo que muy pocos habéis visto una película de 1974 llamada “El Gran Gatsby”, protagonizada por Robert Redford y Mia Farrow, basada en una novela de Scott Fitgerald que consiguió un par de Oscars menores pero que tuvo mucho éxito como film “de culto”.

Es una película extremadamente lenta, de escenas largas e interminables y cuando la vi en el cine en compañía de unos amigos nos aburrimos soberanamente, probablemente porque éramos demasiado jóvenes para una película así. En un determinado momento y ante una puesta de sol que inunda la pantalla durante unos inacabables segundos, Gatsby comenta, “el verano se acaba” y uno de mis aburridos colegas replicó en voz alta: “¡pues la película no!”

Bien, no se por qué me he acordado de esta anécdota a la hora de escribir algo sobre el Gran Premio de Abu Dhabi, pero es evidente que hay algún paralelismo entre aquella frase puntual y este campeonato. De entrada, como le pasó a mi amigo, tengo la sensación de que este mundial no se va a acabar nunca y por mucho que nos empeñemos en intentar buscar focos de interés, es obvio que ya está todo decidido y que no vemos la hora de cerrar el año y pensar en otra cosa.

Más carreras no significa más espectáculo, aunque este GP ha estado entretenido.

Pero claro, los negocios son los negocios, y el calendario es el calendario. Y cada año vamos a más y más carreras sin pensar en que puede pasar esto: que el mundial se decida con anticipación y entonces un campeonato tan largo se haga interminable. Ya ha pasado otras veces, pero el afán de enriquecimiento de Tito Bernie y compañía no tiene límites y por tanto seguimos ampliándolo en pos de El Dorado inalcanzable. Y si nos aburrimos, mala suerte, ellos no se aburren de contar ganancias.

Así que a falta de otra cosa, nos hemos de entretener con temas “periféricos”, como las 14 poles de Vettel, que iguala el record de Mansell, aunque aquí sí que hay tema para debatir: por un lado, Mansell las consiguió en un Mundial de 16 carreras, mientras que Vettel lo ha hecho en uno de 19, lo cual le da más mérito al inglés.

Sin embargo, no hay duda de que Mansell tenía un coche muy superior con respecto a sus rivales del que tiene Vettel con respecto a los suyos (aunque parezca increíble). Aquel FW 14B de suspensiones reactivas estaba un año por delante de sus rivales y la prueba más evidente está en las clasificaciones: consiguieron 15 poles (Patrese en Hungría fue la otra), sólo se les escapó una, la de Canadá, a manos como no de Ayrton Senna y además coparon diez veces la primera fila con distancias abismales. ¡En Interlagos y Spa Mansell le metió más de dos segundos a Senna y rozó los tres en Silverstone!

Nigel Mansell y el imbatible FW14B. Quince poles de dieciseis, catorce para Mansell y una para Patrese.

Es decir, que la superioridad de aquel coche restaría un poco de mérito a Mansell, pero en cambio la paliza en todos los órdenes que le dio a Patrese demuestra también los méritos de “Red Five”, al punto que forzó que el italiano abandonara el equipo. Y que nadie me diga que hubo favoritismo a favor de Mansell en Williams, porque al acabar la temporada lo echaron del equipo sin mayores contemplaciones e intentaron incluso repescar a Patrese para que hiciera equipo con Alain Prost.

En fin, volviendo al Gran Premio de Abu Dhabi, la carrera ha sido entretenida, especialmente porque por una vez Sebastian Vettel ha tenido que abandonar, no nos ha aburrido con su eterno dominio y ha permitido que viéramos un bonito duelo entre Hamilton y Alonso, dos pilotos que poco a poco van haciendo las paces. En mi opinión el abrazo final antes de entrar en el podium me ha parecido muy sincero por ambas partes y es que no hay duda de que tener un enemigo común es lo mejor para limar asperezas.

«¿No has podido ganarle?» «¡No, no me iba bien el KERS!» Hamilton y Button parecen pasar de Alonso, aunque todo indica que hay buena relación entre los tres.

La carrera ha dado poco más de sí, aparte del enorme esfuerzo de Mark Webber para superar a Felipe Massa y conseguir así acabar cuarto teniendo entre las manos un coche ganador. Dos pilotos que siguen arrastrando su prestigio por las pistas a la espera de un 2012 que será definitivo para ambos, porque como sigan haciendo este papelote no les quedará otra opción que poner fin a su carrera deportiva.

Por cierto: el Gran Gatsby es un personaje que se hace rico durante la Primera Guerra, e irrumpe de la noche a la mañana en la alta sociedad neoyorkina, que no quiere reconocerle sus méritos por ser un advenedizo. No soportan que un recién llegado venga a darles lecciones y aunque tienen que convivir con él por su dinero, le aceptan sólo a regañadientes. No se si esto os recuerda a alguien…